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Uno de los trastornos hepáticos más típicos que se ven en los gatos es una enfermedad entendida como lipidosis hepática, una condición potencialmente fatal en la que el hígado establece la infiltración grasa progresiva y la disfunción. Los síntomas de esta enfermedad comúnmente incluyen pérdida de peso, pérdida parcial o total de apetito, vómitos, así como comúnmente un amarillamiento progresivo de las membranas mucosas (es decir, ojos, encías y piel).

Comúnmente hay antecedentes de obesidad antes del inicio de los síntomas clínicos. Muchas veces un estrés emocional y/o físico también puede precipitar el inicio de la enfermedad. Por ejemplo, muchos guardianes de animales que tienen la intención de que sus gatos con sobrepeso pierdan peso comúnmente modificarán las dietas a una dieta baja en grasas. Es posible que a muchos gatos quisquillosos no les guste la modificación del plan de dieta, así como salir de los alimentos, incluso unos días, a veces puede conducir a la aparición de lipidosis hepática en gatos susceptibles.

El diagnóstico de esta enfermedad se realiza comúnmente por el historial clínico, además de los laboratorios que sugieren infiltración grasa del hígado. El diagnóstico concluyente comúnmente necesita ultrasonido y/o aspiración o biopsia del hígado. Otros trastornos como la pancreatitis, la enfermedad inflamatoria intestinal, así como la inflamación del hígado (conocido como colangiohepatitis) también pueden existir al mismo tiempo en gatos impactados. Estas afecciones pueden complicar la administración de lipidosis hepática, además de conducir también a infecciones secundarias, así como insuficiencia hepática.

El tratamiento de la lipidosis hepática incluye obtener nutrición en estos gatos comúnmente mal anoréticos por la alimentación de fuerza y/o la colocación quirúrgica veterinaria de un tubo de alimentación. Con un apoyo nutricional agresivo, muchos gatos pueden tratarse con esta enfermedad potencialmente que pone en peligro la vida. El mejor método para prevenir esta enfermedad es con dietas consistentes y saludables, así como hacer cualquier tipo de modificaciones dietéticas lentamente con los gatos.